Esta vez no me pondré a meter caña a los medios de comunicación. Lo haré a la otra parte que está detrás de los medios. Nosotros mismos.
Hay que distinguir entre matices, interés y contenido.
Cualquier cantamañanas puede decir lo que quiera. Sea bueno o malo. Vivimos en un estado de derecho. Pero los matices son lo que convierten lo dicho en palabras, opinión, ruido o amenaza. Los matices son importantes porque el mensaje cambia. Tanto, que el mismo puede trascender su forma y dar al traste con la comunicación, o alterar el derecho de opinión de otra persona.
Otra parte importante de lo que se dice, es que sea de interés o no. Miren por ejemplo a la Esteban (Bich me va a matar por esto). Me parece un crimen que esa señora sume más horas en una cadena, que horas de divulgación a lo largo de toda la semana en la Dos. Y no es que diga cosas que vayan a cambiar mi percepción sobre el mundo que me rodea (excepto una constante perdida de fe en el ser humano), pero la ven, se la sigue. Si eso pasa es porque es de interés. Y por interés ahora se entiende la cantidad de gente que ve o sigue algo. Irónicamente, su significado puede ser absolutamente opuesto al de calidad.
Contenido. Hay miles de formas de decir algo.El contenido de la información permite mostrar que nuestro trozo de tarta es mejor sólo si se lo enseñamos a los que tienen el trozo menor. Podemos hablar de deceleración para sugerir que algo aumenta por ejemplo.Y controlando el contenido podemos no darnos cuenta de la parte que no nos dan. Y no echarla de menos. Y eso es peligroso.
El mensaje que tiene importancia de verdad, es el que somos capaces de obtener de todo lo que nos llega. Procuremos que sea de calidad, y no tengáis miedo de contrastar.
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Haced clic, que lo pequeño no se ve!! |